Sobre las pitadas al himno

Durante estos últimos días se está hablando mucho de las declaraciones de la Sra. Esperanza Aguirre sobre la posibidad de suspender la final de Copa que se celebra en apenas unas horas en el Vicente Calderón y celebrarla a puerta cerrada. Muchas tertulias han discutido más o menos a fondo esta cuestión. Una de las que me ha llamado la atención es una a la cual se refirieron en un programa de radio y que se hizo en el programa El gato al agua, de Intereconomía TV. Aparte de llamar a la Sra. Aguire “castiza ilustrada, patriota de 1812” (no seré yo quien diga lo contrario ni desmienta estas palabras porque no la conozco ni personalmente ni tan bien como quizás la conocen estos señores), uno de sus contertulios ha dicho que “(ambos equipos) juegan la Copa voluntariamente”. Y es aquí donde quiero pararme. Para comenzar, me gustaría saber si es verdad que todos los equipos, y no solamente estos dos, juegan esta competición de manera voluntaria. Si algún amable lector sabe algo al respecto, le agradecería que escribiera un comentario para sacarme a mí (y a aquellos que quizás también se hagan esta pregunta), de dudas.

En el caso de que sea obligatorio, la persona que hizo este comentario debería informarse un poquito mejor. Y en el caso de que sea voluntario, pues hay equipos que lo tienen muy fácil: que no vayan. Es muy fácil ver qué equipos se toman en serio la competición y cuáles no, y es ver cómo sus aficiones tratan esta copa. Y es que he perdido la cuenta de las veces que he oído oir que la Copa del Rey es una “copichuela”. Normalmente esto suelen decirlo las aficiones de los equipos grandes cuando no son ellos los que ganan la competición, mientras que cuando la ganan, ésta pasa a ser “la mejor final de Copa de la historia” (palabras de Florentino Pérez, como estoy seguro más de uno de ustedes recordará). Pasa más o menos lo mismo con la Supercopa de España, el cual es un gran título que te convierte en Supercampeón de España

cuando lo ganas y que no pasa de torneo de verano si lo pierdes. Para bien o para mal, todos ya nos hemos acostumbrado a este tipo de declaraciones.

Pero sigamos con el tema del post. Hablando de las pitadas al himno y al monarca, me temo que están confundiendo al público, y es que están metiendo a ambos equipos en algo en el que están metidas las aficiones. Si alguien tiene dudas sobre lo que digo, les hago la siguiente pregunta: ¿Quién pitó en la final de Mestalla cuando salió el Rey hace tres años: las aficiones o el equipo? Porque yo no recuerdo a ningún jugador de ninguno de los dos equipos silbar cuando sonó el himno, al menos delante de las cámaras. También es posible que lo hicieran cuando no tenían la cámara delante, pero mucho me temó que no fue así, y si lo fue, pues invito a quien tenga las imágenes que me las pase. Y quien dice jugadores también dice alguien del cuerpo técnico o de la directiva. Yo no recuerdo haber visto a ningún miembro de la directiva de ninguno de los clubes pitándole al Rey ni al himno. Luego estarían aquellos que meten a la afición entera en el mismo saco. Para comenzar, me gustaría saber si todos los que estuvieron en el estadio de Mestalla hace tres años pitaron al monarca, mientras que me gustaría saber si todos los que estarán mañana en el Vicente Calderón pitarán al Príncipe. Por otro lado, porque haya unos cuantos cientos o unos pocos miles que pitan, eso no significa que TODA la afición tenga en mente pitarle al himno ni a la Casa Real. En mi caso particular, por ejemplo, aunque sin haber ido a la final de Mestalla de hace tres años ni ir a la del Calderón de mañana, ni se me pasaría por la cabeza pitar. Y me juego el huevo izquierdo a que hay muchísima gente que tampoco pitaría. Pero claro, cómo es de fácil hablar de los malos que somos los catalanes y los vascos con la Casa Real. Cómo de fácil es decir que todos los catalanes y vascos somos independentistas que queremos separarnos de España y después que ésta se hunda en la miseria. En fin, si ellos son felices pensando eso, pues quién soy yo para fastidiarles la felicidad.

Por otro lado, sobre este partido se ha dicho en muchas ocasiones que es “la fiesta del fútbol español”. Por desgracia, parece que sea “el entierro del fútbol español”, más pendientes todos del nivel de decibelios de los pitidos de ambas aficiones que de ver cuál de los dos equipos con más Copas de la historia se lleva una nueva a sus vitrinas. Por el momento van 48 para los dos equipos (25 para azulgranas y 23 para rojiblancos). En el caso de victoria azulgrana, se confirmaría un poco más como el mejor equipo en la historia de la competición consiguiendo su 26º título, mientras que si la gana el Athletic, para comenzar sería una decepción tras la final de la Europa League, mientras que acabaría el año tal y como ha acabado muchos años ya: en blanco. Personalmente he de reconocer que, hasta cierto punto, me da cierta pena que el Athletic no gane títulos, y si jugara la final contra otro equipo les apoyaría, pero si tenemos en cuenta que soy seguidor azulgrana desde hace ya un par de décadas, creo que está más que claro quién quiero que gane esta competición, al igual que quería que la ganase el año pasado, aunque en esa ocasión no pudo ser. También espero que tarde un poco en tener una serie triunfal de victorias, principalmente para que, desde la Caverna Mediática nos suelten el mismo rollo de todos los años, y es lo del acojone del Barça frente a otro equipo que le v detrás. Por otro lado, destacar que Guardiola podría finalizar su etapa en el banquillo barcelonista ganando el mismo título y contra el mismo rival con el que comenzó su etapa triunfal: ganándole la Copa del Rey al Athletic de Bilbao. Lo que espero es que, al contrario que lo que pasó en aquella ocasión, el equipo azulgrana encarrile el partido de inmediato yu no tenga que remontar un resultado adverso.

Por último, felicitar sinceramente a la Sra. Esperanza Aguirre, porque ha conseguido lo que probablemente quería: que se hablara más de sus declaraciones sobre la final de Copa que sobre que el déficit de la Comunidad de Madrid era más alto que lo que se dijo en su momento. Felicidades de todo corazón, Sra. Presidenta.